viernes, 30 de enero de 2009

Dirección contraria.


No sabemos de que va la vida, quizás a algunos les importa o quizás exista el grupo contrario, sin decir más... pensando en todo lo que se nos podría venir, simplemente encontraremos el porcentaje de algo.
Ya no va a haber inventario, ya no van a existir mis queridos "jueves cobardes" y ya no pensaré que "todos los sábados son martes y trece"... y aunque en algún momento, ya muerto del cansancio por llevar tanto en la espalda, hayas recobrado vida a un segundo crucial, aunque haya querido "tirar la toalla", aunque haya querido no haber creído en algunas cosas... decidí cerrar todo de una vez por todas, yo no sabré de que va todo.
Viajando encontramos gente que nos hace ver el mundo de otra forma, vemos lugares claves para comenzar una buena historia, encontramos el cigarro suelto y compartido, los besos por cada farola apagada, los dedos entrelazados y las caricias de otoño.
No es necesario llevar el camino por la misma acera, a veces es necesario encontrarnos de frente, mirarse a los ojos y saber que un gusano te baila dentro al compás de los latidos de dos vivos corazones, ¿qué más da lo que hayamos dejado en la esquina pasada?, ahora necesitamos encontrar ese camino, con o sin fisuras en medio, recorrerlo hasta que los pies del amor se cansen y disfrutar el camino de vuelta a casa.
Necesitamos creer un poco más en nosotros mismos, creer que será un camino nuevo y maravilloso, que el fin de todo no nos parezca tan cercano y que el comienzo se haga más largo, creer que vamos a servirnos la vida natural de las montañas, saber que beberemos agua hasta hartarnos y así seguir el viaje.
A veces creer en las distancias nos harían más fuertes y si sabemos aprovechar cada situación, siendo buena o mala, podríamos hacer que el deseo de seguir adelante no se apague.
Caminando por distintas calles sabremos que encontrarnos a alguien y mirarnos a los ojos directamente, es necesario... que vayamos en dirección contraria.

martes, 13 de enero de 2009

Existe cielo y un estado de coma.


Fue de coma todas sus dudas, de puntos suspensivos todas sis risas, de flores su adicción y de punto final su ausencia. Cambip sus gustos por uno mejor, pero cuando supo que lo perdía no dejó más que una rama tirada en el piso para que otro perro viniera y la sacara, buen juego de tarde infinitas. Se encontró cerrando los ojos a las orillas de un mar con otro tipo de sal, se encontró sacando de su mente sus pensamientos el mismo día que entraron, se vio vigilada por más de cien miradas y en ninguna de ellas encontró la que quería, decidio mirar al sol por un momento y pensar en como habrá llegado su mente, seguramente ya se había quemado lo bastante cómo para seguir pensando en aquellos tiempos pasado.
Pra voce.