lunes, 11 de enero de 2010

Siempre en flor

Gorilas son los cerros. No era cuestión de segundos, minutos, horas, días, semanas o meses, era cuestión de amar. Las ganas se iban esfumando cuándo reaparecía como humo de algún camión en la ciudad, como un camión recién echándole nafta al estanque, como encontrarse un crisantemo en una gasolinera, como echar todo al olvido por una patente extranjera. Son historias de gasolinera, que muchos se van y pocos se quedan, que un café allá, que un cigarro acá, que la música, que el mail, que las ciudades, que el país, que el contacto, que el amor... que el olvido. ¿Deja vu? quizás a la inversa.

Crisantemo


Creí que te tenía, estoy comenzando a arrastar los pensamientos más pesados delante de todo lo que he hecho, me paso el día pensando en que va a pasar...
Nada

sábado, 9 de enero de 2010

Arrastando y más allá

Y es como cuándo ella quiere arrastar algo a tú lugar, a tú lado. El amor a ella no le basta para poder llevarte a los labios indefinidos del espacio, tocando el tacto de la Tierra, llevando y queriendo el gemido que no nace del mundo, que sólo lo encuentra al despertar de un mundo mudo, todo lo ve debajo de un temor, el agua está clara... y así estoy yo, es un beso que ahí se lanza, a más no poder, contando los lados de la luna, como si nada hablara, como si todo gritara de una sola vez. Es el alma que se sumerge, es dónde se alejan las luces de la mitad de una calle, los sonidos se desvanecen y sólo la violencia que viene después nos atrae, no hay que estar en la calle tan real como lo frágil que podemos ser. Vamos a celebrar algo que nadie sabe, yo sé que es así, vamos a amar como lo que imaginamos. Ya no estaré cuándo todas las cosas mueran, no quedará nada más allá, es una mezcla de todo, pero sabremos celebrar lo que sabremos. Más vamos a contar y pagar lo que buscamos. Es el cielo el que nos guarda, nos volvemos débiles, nos vamos a transformar pronto, sólo pensemos, vamos, sólo pensemos en nosotros, sabrás que lo que queda es nada, todo es incierto, aún así nos tenemos. Vamos a leer cosas que no leemos, pero aún así las entenderemos. Escucharemos lo que nos lleva a leer, querramos ser como el viento que nos lleva a otros oídos, sabes que tu música se suicida en mis oídos, que no quedará nada después más que un pensamiento remoto e inequívoco de tí, es tanto el amor a todo que queremos querernos. Dejalo así, cambialo, modificalo, te amo. Las letras se tornan confusas cuándo son semifusas las que las siguen, todo es más complicado dentro de algo. Podemos creer que estamos detrás del telón, toma mi mano, sabrás que no, palpita el eco del critstal cuándo marcamos los tonos de una voz aguda y juguetona, estás conmigo mi amor, estoy contigo mi vida. Mañana será un día inexistente, mañana sabré que o descubrí después de todo, una historia que jamás existió y yo supé llevarla hacia al mar, para que así se pudiera escribir las falsedades de algo verdadero... y lo verdadero de algo falso. Es querer escuchar tu voz más allá de las olas que lamen nuestros pies a favor del viento y la luna. Es la dulce voz de querer ver lo que hay detrás de nosotros, amor, sabrás que cuándo me vuelvo a un norte no dejaré de mirar el sur que me mantiene viva, no querré escuchar un silvido más agudo y hermoso que el tuyo. Te he visto y seguido dónde tu no lo imaginas, aún así sé que te conozco más allá de todo. Es querer pasar los años de largo y saber que son disfrutado a lo máximo que nos permite la naturaleza, es entregarle el reino al aire que tiene en su mente las gotas cansadas de la lluvia que nunca llegó a mi ciudad que fue destruída antes por otra lluvia solitaria. Son espejismos de las carreteras del desierto las que nos traen agua incierta e ilusa en la vida, un fósforo encendiendo un solitario cigarro, es poder escuchar lo solitario del desierto que trae hermosos sonidos. Recibir y querer dar hasta siempre, entender lo inentendible, amar lo inexistente. Es algo sorprendente...