miércoles, 28 de octubre de 2009

Y el Picasso de tu tonta cintura

Como tocando el aire con la delicadeza de tu cuerpo
esperando que aquella ligera briza te acompañe
tocando cada esquina de tus hombros
Se va acortando el camino y la distancia
¡bendito espacio entre tu cuerpo y lo demás!
los cristales rotos bajo tus pies
corriendo libre, hermosa,
sintiendo el pulso de la tierra,
el canto del mar, derrumbando olas frente a ti.
Me vas a decir si a la mitad de la calle
las mirada se voltean a verte correr
desnuda y sin temor
los autos corren a mil, el viento choca
todo gira ante ti.
Se va acabando el tiempo
y el Picasso de tu tonta cintura
acaricia en lienzos tu pelo y tu cuerpo.
Cada parte de ti, un ángulo perfecto
el matíz de colores, un natural paisaje
y el Picasso de tu tonta cintura
acaricia en sueños, la obra maestra
en tu cuerpo.

martes, 27 de octubre de 2009

Ay nene, dejalo ir


Quiere salir corriendo, largarse de todo, patear la puerta
Su nariz chocó a metro y medio del marco
olfateando el dolor, las burlas, ¡qué bobada! sigue y sigue pateando la puerta
Y si quieres mirarte, tocarte, sentirte o sanarte
tendrás que intentarlo de nuevo
probarme, esperarme, pisarme o patearme
y sabrás que nada es fácil, que todo es nuevo
Quiere dejarlo todo, tirar la toalla, hacer esperar
¡qué nariz tan pequeña y que burlas caben en ella!
Y como un perro vigilando la entrada
como un perro cuidando su territorio
meandose en los zapatos y cagándose de la risa.
¡Ay nene!, dejalo ir
dejalo descubrir de que se trata
que si quiere mirarse, tocarse, sentirse o sanarse
tendrá que intentarlo de nuevo
Ya quiere pararse, golpearse y saber de que va todo
mira y mide el perímetro
esconde su mirada tras la vista inútil
y lee cuidadosamente "puerta giratoria"
¡qué bobada, qué boludez más grande!
la nariz de un triunfador, abogado asonante
¡Ay nene!, dejalo ir
dejalo ir que ya descubrió de que se trata
que si quiere cegarse, volverse, secarse o matarse
tendrá que intentarlo de nuevo
Ya es mucho para el pobre boludo.

La ciudad y las palabras.


Es todo complicado en la ciudad, pasa el tiempo a la velocidad que chocan las miradas dentro de una multitud apresurando el futuro, sin si quiera haber tenido un pasado, es el paso de la memoria, del olvido, de lo extraño, de las vidas. Cada vida en lo suyo y yo aún me preocupo de lo demás, si es bueno o malo, nadie me lo dirá ya con vints anys nadie te regala nada.
Es sólo la ciudad y las tantas palabras como colillas de cigarros en la acera que puedes recoger sin pedirlas prestadas, palabras gastada y no tan gastadas, palabras que se caen del bolsillo, palabras como escupitajos contra el cemento ablandado por las pisadas, palabras más allá del sentido y más cercanas a la locura de un loco exquisito. Palabras cayendo de los árboles y hojas pisoteadas con palabras, árboles cayendo en un bosque y palabras pronunciando un ruido silencioso. El crujir de la edad y las palabras gastadas en la memoria, solitarias, complejas... hermosas.
Un mar de ideas se cruzan, se leen las miradas, las mentes y las palabras.
Pies descalzos en la cuneta, abrigando la sangre del cemento lejano, roces, miradas, pensamientos y sentimientos, todo ageno, nada nuestro. Las palabras se derrumban, un rompecabeza y las piezas aún no existen. Las hojas, el otoño, el invierno, la primavera, el verano, la lluvia, el sol, las flores y el amor.
Cantando se van las palabras, se quedan, van y regresan.
Cantando se va la vida, hermosa palabra que uno no se imagina.
Cantando se elevan las hojas, marcando el paso de las horas.
Cantando se oye el viento, el espacio y lo imperfecto.
Cantando me voy yo, haciéndo latir éste corazón que late fuerte y a viva voz.